En Residencia de Ancianos La Fuente, conocemos la importancia de una alimentación equilibrada y adaptada a las necesidades nutricionales de cada uno de nuestros residentes. Conocemos los beneficios que posee la dieta mediterránea, Nuestra Dieta, y ponemos a disposición de nuestros residentes los productos más naturales y frescos del mercado en cada uno de nuestros menús.
¿Qué modificaciones fisiológicas tienen lugar durante la vejez?
La OMS en los países desarrollados, considera población geriátrica a aquella que supera los 65 años.
- Sistema musculoesquelético: sufre un aumento de la fragilidad ósea y en una menor capacidad del musculo para generar fuerza.
- Sistema circulatorio: aumentan los factores de riesgos para desarrollar un accidente cardiovascular.
- Sistema respiratorio: disminución de capacidades pulmonares.
- Sistema digestivo: perdida de piezas dentarias, disminución de la salivación, disminución de la capa protectora del estomago frente a los jugos gástricos y otros factores como la afectación de colon, hacen que el anciano pueda tener problemas gastrointestinales como el estreñimiento crónico.
- Sistema endocrino: Es común la aparición del síndrome metabólico, caracterizado por la presencia de resistencia a la insulina, obesidad central, presión sanguínea elevada y dislipemias.
- Sistema nervioso: aparece la disminución de diferentes capacidades como procesar nueva información, la habilidad de planificación y resolución de problemas, disminución de la marcha y el acortamiento en el paso. Varia la percepción del dolor, del calor y del frio. Incluso disminuyen en número las papilas gustativas, lo que les dificulta la diferenciación de sabores.
Adaptaciones de la alimentación en la vejez:
En Residencia de Ancianos la Fuente, seguimos una dieta equilibrada, variada y rica en todos los nutrientes. La dieta está basada en las siguientes claves:
- Aporte energético. La cantidad de calorías ingeridas es acorde con el ejercicio físico que realiza el anciano ayudándole a mantener un peso estable y saludable.
- Proteínas. Deben contribuir a una buena función renal. Ingesta de proteínas de origen animal (carnes magras dos o tres veces por semana, pescado tres o cuatro veces por semana, y unos tres o cuatro huevos a la semana). Ingesta de proteína de origen vegetal (procedentes de legumbres y verduras o de legumbres y cereales, unas dos veces por semana).
- Grasas. Han de predominar los ácidos grasos monoinsaturados y constituir solo el 30% de las calorías totales.
- Hidratos de carbono. Se reduce la ingesta de dulces que aportan azucares simples y aumenta la ingesta de hidratos de carbono complejos (arroz, pasta, patatas, cereales integrales y pan) Los hidratos de carbono constituyen el mayor aporte energético en el día a día de nuestros mayores.
- Minerales y vitaminas. Dos o tres raciones diarias de lácteos y derivados, dos o tres raciones al día de verduras y hortalizas frescas y dos o tres piezas de fruta.
Una dieta equilibrada adaptada a cada residente según sus necesidades siguiendo los criterios fundamentales de una alimentación sana, junto con las excelentes manos de nuestras cocineras y los cuidados de todo nuestro personal hacen de Residencia La Fuente un hogar idóneo para disfrutar la edad de oro.
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